Biografía
Infancia
Una infancia feliz
Reproducción del texto: Carme Arnau. Mercè Rodoreda un viatge entre paraules i flors. Girona;
Fundació Caixa de Girona, 1999. P. 7-16.
«Recuerdo la sensación de estar en casa cuando, asomada a la barandilla del terrado, veía caer sobre el césped y las hortensias las flores azules de la caroba. No sabré explicarlo nunca; nunca me he sentido tan en casa como cuando vivía en casa de mi abuelo con mis padres»
Mercè Rodoreda «Imatges d'infantesa»
En el prólogo de Espejo roto, en el año 1974, Mercè Rodoreda, escribió:
«Vinculada a las flores, sin flores durante años, sentí la necesidad de hablar de flores y que mi protagonista fuera un jardinero.» Y es que, como apunta este personaje: «Un jardinero es una persona distinta a las demás y eso es por tratar con flores». La autora se refiere a que la primera novela que terminó, después de su largo exilio, fue precisamente Jardín junto al mar, protagonizada por un viejo jardinero, cuyo escenario principal es un espléndido jardín donde proliferan todo tipo de flores, algunas comunes, otras exóticas, que la novelista muestra conocer profundamente. Y como tantas cosas en el caso de Mercè Rodoreda, este «vínculo» nace de su infancia. [...]
Reproducción del texto: Carme Arnau. Mercè Rodoreda un viatge entre paraules i flors. Girona
Fundació Caixa de Girona, 1999. P. 7-16.
Huyendo de una existencia excesivamente cerrada y de escasos horizontes, Mercè Rodoreda comenzó a colaborar en prensa y revistas, generalmente con cuentos, algunos para niños: La Publicitat, La Veu de Catalunya, Mirador... En estos relatos a menudo aparecen flores, como sucede con el caso de «La noia del pomell de Camèlies» («La muchacha del ramillete de camelias»), donde las camelias llevan al recuerdo, a la juventud, como será constante en la producción de Rodoreda. También escribió cuatro novelas que, posteriormente, rechazó, porque reflejaban su inexperiencia, porque mostraban las fabulosas ganas que tenía de escribir pero poco más, como destacó en una entrevista. Aceptó únicamente Aloma (1938), premio Crexells en 1937, a pesar de que, como muestra de su exigencia, la reescribió de arriba abajo y publicó una nueva versión en el año 1969. En la novela, una obra de análisis interior centrada en una figura femenina –una adolescente, Aloma, que vive en una Barcelona que crece y se expande pero que al mismo tiempo es conflictiva– aparece un escenario que, con algunas variantes, será constante en su producción. Una casita modesta pero con jardín del barrio de Sant Gervasi, un jardín lleno de flores. De hecho, la entrada en el mundo adulto de Aloma –un mundo siempre desencantado de Rodoreda– está representado por la identificación de la muchacha con una flor marchita y también con la pérdida del jardín, único espacio de felicidad, de sueño. Como si se tratara de una especie de expulsión del paraíso terrenal, otro jardín. Y este vínculo, identificación de los personajes femeninos con las flores –a veces llevan incluso nombre de flor– será una constante de la narrativa de Rodoreda. Aloma, historia de un primer fracaso amoroso, se caracteriza por unos rasgos que serán persistentes en la escritura: emoción, poeticidad y la voluntad de simbolización, a menudo centrada en las flores y la vegetación. Pero esta trayectoria ejemplar, porque debe destacarse que la autora era autodidacta, se vio interrumpida por la Guerra Civil y entonces Rodoreda tuvo que emprender el camino del exilio, particularmente duro, debido al posterior estallido de la Segunda Guerra Mundial. [...]
Un largo y difícil exilio en Francia y Suiza
Reproducción del texto: Carme Arnau. Mercè Rodoreda un viatge entre paraules i flors. Girona;
Fundació Caixa de Girona, 1999. P. 7-16.
«Salía de uno de esos viajes al final de la noche durante los que escribir parece una ocupación espantosamente frívola: la huída de París, a pie, con algunos espectáculos alucinantes: incendio de Orleáns, bombardeo del puente de Beaugency, con carros cargados de muertos… Dos años en Limoges muriendo al día, como ese día, dos años en Burdeos, viviendo…»
Entrevista con Baltasar Porcel: «Mercè Rodoreda o la força lírica», Serra d'Or (marzo de 1966).
En Francia, vivió en Tolosa y en París, pero al entrar los alemanes en esta, tuvo que huir a pie, y se enfrontó así a espectáculos alucinantes, particularmente al incendio de Orleáns: el fuego será así otro símbolo de su producción, para señalar la destrucción –que arrastra la guerra–, pero también la purificación que caracteriza esta primera materia, una materia con una importancia progresiva en su obra. [...]
Un regreso progresivo a partir de los setenta: Romanyà de la Selva
Reproducción del texto: Carme Arnau. Mercè Rodoreda un viatge entre paraules i flors. Girona;
Fundació Caixa de Girona, 1999. P. 7-16.
«El pueblo es sensacional. Las casas están bastante separadas unas de otras, situadas en la cima de una montaña ligera desde donde se puede ver, al volver los ojos, el mar y la cresta blanca de los Pirineos».
Mercè Rodoreda «Viaje al pueblo del miedo» de la colección Viajes y flores.
De hecho, no regresó a Barcelona, una ciudad bilingüe y ruidosa que ya no le gustaba, sin vegetación y sin jardines, sobre todo, sino a este tranquilo pueblo de las Gavarras, que se encuentra en la cima de una colina siempre verde, donde al final de los setenta se construyó una casa con jardín, en plena naturaleza. [...]
1908 - 1921
1908
El día 10 de octubre de 1908 nace Mercè Rodoreda Gurguí en una casita con jardín, propiedad de su abuelo, situada en la calle de Sant Antoni, actualmente Manuel Angelon, del barrio de Sant Gervasi de Cassoles, de Barcelona. Es la única hija del matrimonio formado por Andreu Rodoreda Sallent i Montserrat Gurguí Guàrdia. Al padre, contable de una armería, siempre le gustó el teatro. La madre sentía cierta inclinación por la música. Ambos compartieron la afición por el teatro en un ambiente bohemio, y asistieron al Instituto del Teatro, que dirigía Adrià Gual, para aprender declamación.
1909
Joan Gurguí Guàrdia, hermano de Montserrat, se va a Argentina.
1915 - 1917
Estudios primarios en dos escuelas distintas: en el colegio de Lourdes, de Sarriá, y en otro un poco más cercano a su casa, entre las calles Pàdua i Vallirana. En realidad, su gran maestro fue su abuelo, admirador de Verdaguer y colaborador de La Renaixença.
1917
Participa en la representación de la comedia El misterioso Jimmy Samson, realizada por una compañía aficionada en el Ateneo de Sant Gervasi. Rodoreda representa el papel de Ketty.
1919
Joan Gurguí, que había mantenido una correspondencia regular con su familia, regresa a Barcelona. Mercè vivía con entusiasmo la espera y la llegada de las cartas de su tío, que, con tiempo, llegó a mitificar.
1921
Muere su abuelo, Pere Gurguí. La llegada de su tío a casa de los Gurguí cambia el tipo de vida de la familia. Se impone la austeridad y el orden convencional.
1928
El 10 de octubre, día en que cumplía veinte años, se casa con Joan Gurguí Guàrdia, catorce años mayor que ella, en la parroquia de la Bonanova de Barcelona, con dispensa papal por el grado de consanguinidad.
1929
El día 23 de julio nace Jordi, hijo único de Mercè Rodoreda y Joan Gurguí. Mercè Rodoreda comienza entonces a actualizarse en todos los sentidos y busca una proyección, un trabajo que la libere de la dependencia económica y social contraída con su marido.
1932
Se publica en la editorial Catalonia la primera novela de Mercè Rodoreda: Sóc una dona honrada?.(¿Soy una mujer honrada?) Escribe cuentos para distintos periódicos.
1933
Mercè Rodoreda ingresa en el periodismo a través de Clarisme, en la que colabora desde el mes de octubre de 1933 hasta 1934, donde publica sus entrevistas a escritores y artistas plásticos; también crónicas de la ciudad o viajes.
1934
Publica Del que hom no pot fugir (De lo que nadie puede huir), en ediciones de Clarisme, y en ediciones Proa Un dia en la vida d'un home (Un día en la vida de un hombre). Mercè Rodoreda empieza a relacionarse con el mundo de la literatura, a través del escritor J. Puig i Ferreter, director de Proa. Por una parte, conoce a Andreu Nin, que traduce directamente del ruso novelas de Dostoyevski, L. Tolstoi..., y por otra, a escritores como Francesc Trabal, Joan Oliver, Joan Prat, conocido como Armand Obiols, que había pertenecido a la Colla de Sabadell y más tarde al Club de los Novelistas, al igual que la propia Rodoreda. Ese año también sale a la venta el ensayo Polèmica, de Delfí Dalmau, donde el autor entrevista a Mercè Rodoreda, y en la introducción hace unas declaraciones que anticipan los valores literarios de la escritora.
1935 - 1939
Escribe cuentos infantiles en la página semanal del periódico La Publicitat, llamada Una estona amb els infants (Un rato con los niños), y cuentos en La Revista, La Veu de Catalunya y Mirador...
1936
Aparece publicada su cuarta novela, Crim (Crimen), rechazada posteriormente por la escritora, como hizo también con las tres anteriores.
1937
Comienza a trabajar como correctora de catalán en el Comisariado de Propaganda de la Generalitat de Catalunya. Conoce a escritores como Aurora Bertrana, M. Teresa Verne y gana otras amistades: Susina Amat, Julieta Franquesa, Anna Murià y Carme Manrubia. Con Aloma, su quinta novela, gana el premio Crexells. Andreu Nin, con quien Rodoreda mantuvo relación, muere asesinado. Ese mismo año, Mercè Rodoreda y su marido, Joan Gurguí, se separan.
1938
Se publica Aloma por la Institució de les Lletres Catalanes en Barcelona Mercè Rodoreda viaja a Praga con el escritor Francesc Trabal en representación del PEN Club de Catalunya, y allí lee un saludo redactado por el poeta Carles Riba.
1939
Mercè Rodoreda emprende el camino del exilio el 23 de enero, y deja a su hijo con su madre, pensando en un regreso próximo. Parte de Barcelona junto con otros intelectuales en un bibliobús de la Institució de les Lletres Catalanes que los traslada a Girona, donde pasan al Mas Perxés, en Agullana (Alt Empordà) para dirigirse después a Perpiñán y Tolosa, hasta instalarse en un castillo del siglo XVIII, dispuesto para acoger a refugiados en Roissy-en-Brie, población próxima a París. Allí vivirá unos meses junto con otros escritores: Anna Murià y familia, C.A. Jordana y familia, Armand Obiols, Francesc Trabal, etc. En ese contexto empieza la relación sentimental entre Rodoreda y Obiols, su pareja en el exilio. La Segunda Guerra Mundial rompe, no obstante, la estabilidad de Roissy y los obliga a emprender de nuevo el periplo: algunos escogen el exilio hacia Hispanoamérica y otros, como Rodoreda y Obiols, deciden quedarse en Europa.
1940 - 1944
Huída de París con la entrada de los alemanes. Acabada la Segunda Guerra Mundial, Mercè Rodoreda se instala en Limoges y al cabo de poco tiempo en Burdeos, junto con Joan Prat. Durante estos primeros años se gana la vida cosiendo para unos almacenes y escribe cuentos, que primero publica en revistas del exilio y posteriormente reúne en Veintidós cuentos.
1946
Se trasladan a París, a la calle Cherche-Midi número 21, junto a la zona donde se reúnen los intelectuales: Saint-Germain-des-Prés. Sigue escribiendo cuentos y empieza a dedicarse a la poesía. Obiols trabaja como responsable de la Revista de Catalunya en el exilio.
1947 - 1953
Mercè Rodoreda empieza a tener problemas de salud; además, se resiente de una extraña parálisis en el brazo derecho que le impide afrontar una creación literaria larga. Busca como maestro para su poesía y, en ocasiones, como corrector, a Josep Carner. Con este mantiene una intensa y afectuosa correspondencia. Con la obra poética consigue distintos premios: En los Juegos Florales de 1947 en Londres, recibe la Flor Natural; en el año siguiente, los de París, le dan de nuevo la Flor Natural y, por último, en Montevideo en 1949, es nombrada Mestra en Gai Saber.
1951
Se interesa por la pintura. Se acerca a los pintores más destacados de entonces: Picasso, Klee, Kandinsky, Miró..., a los que intenta imitar.
1952
Cura en el balneario Chátel-Guyon, cerca de Vichy, lugar donde además de su recuperación comienza a disfrutar de una soledad que le permite, sin demora, entrar de lleno en la obra creativa.
1954
Rodoreda fija su residencia en Ginebra, ya que Obiols trabaja en esta ciudad como traductor de la UNESCO. Sigue conservando su habitación en París. El alivio económico les permite alquilar un apartamento en un barrio burgués en la calle Vidollet, número 19, donde desde la terraza se observa un bonito panorama: a montaña pelada del Salève, el lago Lemán, al fondo la cima del Montblanc. También allí se dedica esporádicamente a la pintura. Se casa su único hijo.
1956
Envía tres sonetos a México: Evocació dels morts, que pertenecen al proyecto inacabado Mundo de Ulises, que preside Agustí Bartra. Gana y se los publican en Gaseta de Lletres, suplemento literario de La Nova Revista. En Barcelona, clandestinamente, se convocan los primeros premios literarios en catalán. Rodoreda gana el Premio Joan Santamaría con el relato Carnaval, escrito en Burdeos durante la guerra.
1957
Gana el premio Víctor Català con la recopilación de cuentos escritos en el exilio, con el título Veintidós. Si el Premio J. Santamaría le dio ánimos, el Víctor Català significa el impulso definitivo para seguir una obra ahora ya imparable.
1958
Publica Veintidós cuentos.
1959
Presenta al premio Joanot Martorell Una mica d’història, que se publica en 1967 con el título de Jardín junto al mar. Escribe el cuento Rom Negrita para Els 7 pecats capitals visto por 21 cuentistas. Comienza a escribir Colometa, la futura La Plaza del Diamante.
1960
Presenta su Colometa al premio Sant Jordi. No gana, pero obtiene el voto de Joan Fuster, que la recomienda al Club de los Novelistas, cuyo director, Joan Sales, se interesa vivamente por la novela e inicia un contacto epistolar con Mercè Rodoreda. Obiols fija definitivamente su residencia en Viena por motivos de trabajo.
1961
Envía La muerte y la primavera al premio Sant Jordi, nuevamente sin éxito. Se publicará póstumamente en 1986.
1962
Publicación de La Plaza del Diamante en el Club de los Novelistas.
1964
Muere Montserrat Gurguí, madre de la escritora.
1965
El 25 de agosto escribe a Joaquim Molas en respuesta a la solicitud de poner en marcha la edición de sus obras completas. Rechaza la publicación de las cuatro primeras novelas y acepta reelaborar Aloma. Comienza a ser reconocida fuera de Cataluña gracias a la traducción de sus obras. La primera es La Plaza del Diamante, traducida al español en 1965, al inglés en 1967, al italiano en 1970, al francés en 1971, etc.
1966
Publicación de La calle de las Camelias, que gana el premio Sant Jordi 1966. Muere su marido Joan Gurguí.
1967
Publicación de Jardín junto al mar. La calle de las Camelias recibe el Premio de la Crítica. Se publica el volumen de cuentos Mi Cristina y otros cuentos. Trabaja en Espejo roto.
1969
Publicación de la nueva versión de Aloma. La calle de las Camelias recibe el premio Ramon Llull.
1970
A partir de este año, se multiplican las traducciones de sus obras a lenguas muy distintas, incluidas las lenguas más remotas (japonés, vietnamita, etc.).
1971
Armand Obiols muere en Viena.
1972
Mercè Rodoreda pasa el verano en Romanyà de la Selva, en El Senyal, la casa de su amiga Carme Manrubia. Vivirá aquí seis años, hasta que en 1978 tendrá construida su propia casa.
1973 - 1975
Acaba Espejo roto en Romanyà, que se publica en 1974. Cierra el piso de Ginebra. Empieza a escribir Cuanta, cuanta guerra...
1976
Primera tesis doctoral sobre la narrativa de Mercè Rodoreda, obra de Carme Arnau.
1977
Edicions 62 inicia la publicación de sus Obras completas.
1978
Versión televisiva de Aloma, dirigida por Lluís Pasqual. Publica Parecía seda y otros cuentos, con narraciones escritas desde la guerra hasta la muerte de A. Obiols.
1980
Se publica la recopilación de Todos los cuentos. Recibe el Premi de les Lletres Catalanes; y el Ciutat de Barcelona por Viajes y flores; Cuanta, cuanta guerra... merece el premio Crítica Serra d'Or, ambas obras son publicadas ese mismo año. Pregonera en las Fiestas de la Mercè de Barcelona.
1982
Se estrena la versión cinematográfica de La Plaza del Diamante, dirigida por Francesc Betriu. Escribe Imatges d'infantesa (Imágenes de infancia), breves relatos biográficos publicados en la revista Serra d’Or.
1983
Muere el día 13 de abril en una clínica de Girona, víctima de un cáncer, y es enterrada en el cementerio de Romanyà de la Selva.